Vervain y Vine: la personalidad antisocial
Pero veamos algunos de los criterios6 que definen el trastorno de la personalidad:
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Como vemos en esta clasificación, el concepto de antisocial se refiere principalmente al no acatamiento de diversas normas sociales.
Conviene entender que entre estilo personalidad y trastorno de personalidad hay un «continuo», una delgada línea que apenas separa la normalidad de lo patológico.
Cuando la falta de remordimientos es absoluta, nos adentramos ya en el patrón Vine, lo que desde el punto de vista psicológico se llamaría psicópata o sociópata, sin salir de la personalidad antisocial.
En la mayoría de antisociales existen además antecedentes de problema tempranos de comportamiento, conflictividad escolar, delincuencia juvenil, etc.
Lo primero a considerar es que el temperamento del antisocial es fuerte, agresivo, intrépido, audaz. Establece su propio código de valores por encima de los del grupo, lo que le lleva inexorablemente al conflicto con las normas y a menudo con la ley.
Según Millon7: << A estas personas la aventura les proporciona una manera socialmente aceptada de ser libres, una vía que es incluso admirada como estereotipo masculino. Los aventureros viven al límite, desafiando las restricciones y las barreras. Son individuos intrépidos que han superado las fronteras cruzando los océanos. Su recompensa es el riesgo y los descubrimientos>>.
Es interesante esta descripción porque nos ayuda a pensar por ejemplo en Johnny Depp en Piratas del Caribe y sus secuelas cinematográficas. Lo que ocurre es que la admiración se troca en temor y reprobación cuando nos encontramos con el estereotipo más negativizado: el antisocial nada romántico ni empático, violento y peligroso para todos.
Estilo antisocial de personalidad | Trastorno antisocial de personalidad |
Conflicto con los intereses públicos por un sistema interno de valores que puede dirigir su comportamiento mediante unos principios individualizados. | Búsqueda activa de la propia gratificación a expensas de la sociedad. Se desvía claramente de las normas de la sociedad para conseguir sus propios objetivos. |
Tiene una actitud escurridiza. Tiende a dar vuelta a los acontecimientos para salirse con la suya sin llegar a delinquir. | Utiliza el engaño para salirse con la suya. |
Espontáneo e indulgente consigo mismo, pero es consciente del daño que puede causar en los demás y en sí mismo el incumplimiento de las normas | Demasiado impulsivo para considerar las consecuencias de sus actos. |
Asertividad. | Irritabilidad y agresividad que se expresa incluso en peleas físicas. |
Se considera a sí mismo como más resistente al riesgo que los demás, pero su imprudencia y temeridad no son impulsivas. | Despreocupación imprudente por la seguridad y bienestar propios y de los demás. |
Prefiere mantenerse libre de limitaciones externas y despilfarrar en los placeres del momento en lugar de ahorrar con prudencia para el futuro.
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Irresponsabilidad evidente para mantener un trabajo o tener obligaciones económicas. |
Se satisface a sí mismo de una manera impulsiva o agresiva, aunque con ciertas restricciones éticas, sociales y legales. | Falta de remordimientos. Justifica el hecho de haber perjudicado a los demás: «Ataca a los demás antes de que ellos te ataquen a ti». |
Como vemos, en ambos casos se trata de rebeldes, inconformistas indómitos, con una gran intolerancia al aburrimiento y una necesidad importante de excitación. Una dependencia de vivir en un casi permanente estado adrenalínico con nuevos riesgos y desafíos.