Estudiar las Flores de Bach
Estudiar las Flores de Bach
Por Ricardo Orozco ©2024
Una de las primeras cosas con que nos encontramos cuando consultamos la obra de Edward Bach, es la poca descripción que nos dejó de las flores. Sin embargo, sí que nos legó una profunda visión sobre la vida y el sentido de la enfermedad. Una atractiva filosofía, representada sobre todo en Cúrate a ti mismo y Libérate a ti mismo, donde presenta los fundamentos sobre los que después encajará el hallazgo y sistematización de su sistema floral.
El Dr. Bach muere prematuramente en noviembre de 1936, a solo 14 meses de la preparación de su última esencia, Sweet Chestnut, lo que tampoco le da mucho tiempo para ensanchar sus descripciones florales.
Yo creo que este es motivo por el que su sistema queda “dormido”, por no decir muerto, hasta finales de los 80 o principios de los 90. A partir de aquí, y hasta la actualidad, van publicándose multitud de libros, la mitad de ellos traducciones y la otra mitad escritos en diversos países de habla española. En este momento tenemos más de 350 obras editadas en español. No creo que en ninguna otra terapia natural se de un número tal de libros.
De lo anterior se desprenden varias conclusiones: por una parte, empieza a haber mucha experiencia con las flores que se quiere trasmitir y, por otra, surge la necesidad de saber más sobre ellas. Por otra parte, queda demostrada la gran cantidad de visiones y orientaciones diferentes que surgen alrededor de las Flores de Bach.
Esta diversidad también se refleja en las opiniones de muchos usuarios, en ocasiones demasiado simplistas, del tipo: «Esto es muy simple, me compro un libro, un set floral, y empiezo a tomármelas». Obviamente, esta actitud no conduce en general a la obtención de buenos resultados. No quiere decir esto que uno no se pueda auto tratar, pero la realidad es que para ello hace falta un buen nivel de conocimiento del sistema floral.
Una Flor de Bach no es una página de un libro y, aunque pensáramos que las flores son muy simples, el mundo de las emociones y de la mente no lo es en la misma medida. En el polo opuesto se dan visiones muy complejas, que asocian las flores con temas como la Alquimia, la Kabala, esto es la parte más hermética y esotérica. Y, ciertamente, el sistema floral da para ello y admite esta lectura. También existen quienes las estudian en relación con la Astrología.
Pero además está el tema de cómo tomar las flores, cuántas veces, cuántas gotas, por cuánto tiempo, y un sinfín de cosas que uno debe saber para sacar el máximo provecho de ellas.
Otro asunto importante es el para qué las quiero. Podría ser para autoconocimiento, crecimiento personal o espiritual, que es la misma cosa, mejorar habilidades sociales, ser mejor persona… Todos objetivos muy nobles, para los que las flores sin duda ayudan.
Otra gente desea las flores para botiquín doméstico, los niños, la familia… Y ciertamente las esencias ofrecen todo esto y, detalle importante en los tiempos que corren, nos ayudan a reforzar nuestra capacidad de autogestión. Y creo firmemente que todo lo que nos lleve a ella, incluso en el aspecto sanitario, es la mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida.
Existe una cantidad importante de profesionales que se fijan en las flores porque las quieren para complementar terapias que ejercen, como psicoterapia, quiromasaje, naturopatía, etc.
Por último, existe un grupo de gente que las ha tomado, ha visto sus efectos, y quiere dedicarse a la terapia floral, porque es la vocación de su vida, como por ejemplo me ocurrió a mí. Vemos así que existen muchas visiones y necesidades diferentes.
En respuesta a las necesidades expresadas anteriormente, he creado, a lo largo de los años, un método de enseñanza. Me he dado cuenta de que no se puede enseñar solo un poquito de las flores, después otro poco más, y así sucesivamente. Estoy convencido de que para entender y utilizar las flores, hay que saber todo sobre ellas en profundidad, para después uno mismo ir haciendo sus propias “simplificaciones”, como por ejemplo el usarlas para un bebé al que le están saliendo los dientes, o para una fórmula que nos ayude a dormir mejor.
No creo en absoluto que se trate de complicar nada. Pienso que un problema actual es que se termina confundiendo «superficialidad» con «simplicidad». Así hay mucha gente que cree que maneja bien las flores, pero en realidad tiene muchas carencias y lo hace muy superficialmente.
Yo estoy sin duda a favor de simplificar, pero para ello es necesario profundizar primero, para simplificar después desde “arriba”, desde el conocimiento, desde el común denominador de lo que hacen las flores a todo nivel. No desde el desconocimiento, que estaría dado por una simplificación desde abajo.
Estoy convencido de que para conocer las flores necesitamos un mínimo de 150 horas lectivas, es decir de clase, además, claro, del tiempo que cada uno necesite de estudio. Esto es lo que ofrezco en mis formaciones.
Un estudio profundo de las Flores de Bach deriva del haberse dado cuenta de que el sistema no es solo una técnica natural más sino, además, todo un modelo de crecimiento personal, de mejora de uno mismo en lo referente a autoconocimiento, habilidades sociales, empatía, etc. Todo esto es lo que a mí, personalmente, me ha hecho quedarme en las flores para profundizar el máximo posible en ellas, de lo que me siento muy orgullosos y feliz.
Conocí las Flores de Bach en 1982, aunque no empecé a darme cuenta de que quería dedicarme completamente a ellas hasta principio de los 90. Finalmente, alrededor del 2000, puede dejar definitivamente la medicina alopática para ocuparme exclusivamente de las flores, que se habían convertido en mi verdadera vocación.
¿Y cómo enfoco un estudio profundo de las Flores de Bach, sin descuidar la parte más utilitaria del uso de las esencias?
Ante todo, es muy importante y necesario tratar algunos aspectos como la biografía del Dr. Bach, su filosofía, y lo que yo llamo El Universo Floral, que comprende diversas materias que sirven para contextualizar lo que viene a continuación, el estudio pormenorizado de las flores.
En primer lugar, explico la signatura floralde la planta o el árbol, una parte muy bonita y emocionante, que nos ayuda a entender después algunos usos de la esencia floral. Consiste en la asociación de la forma y comportamiento de la planta con la acción de la esencia floral.
A continuación, sigo con la parte tipológica o de rasgo de personalidad que trabaja la Flor de Bach. Se trata de nuestra parte estructural, lo que somos, para pasar al estudio de la flor como estado temporal.
Después es fundamental el aspecto espiritual: ¿En qué me ayuda la flor a mejorar como persona? ¿Qué es lo que trabaja en esa octava superior de la espiritualidad?
Por último, la parte del uso de la flor en lo cotidiano, lo que yo llamo el uso del Patrón Transpersonal, consistente en la traducción a las flores de los signos y síntomas que presenta la persona.
También aprendemos la manera en la que podemos utilizar las flores para ayudar en enfermedades concretas. Después de tantos años de práctica nos encontramos con una importante cantidad de casos documentados, como por ejemplo los que aparecen en la revista de SEDIBAC (Sociedad para el Estudio y Difusión de la Terapia Floral de Bach de Cataluña).
Pero, además, nos entrenamos en el uso de herramientas imprescindibles para sacar el máximo provecho de las Flores de Bach, como las aplicaciones locales, el diagnóstico diferencial entre las flores, para ayudar a distinguirlas bien, los territorios tipológicos, y cómo no, las técnicas de entrevista para aprender a cómo llevar casos.
Lo fascinante del sistema floral es que en cada octava energética nos ofrece algo valioso, desde lo más material y cotidiano, hasta lo más profundo y espiritual, llegando al campo de lo causal.
Te invito a profundizar verdaderamente en las Flores de Bach y no a tomarlas como un pasatiempo superficial. Más allá de para qué las quieras utilizar, te ofrezco un conocimiento profundo respaldado por muchos años de experiencia docente, y avalado por mis libros y publicaciones.