3. Introducción al Patrón Transpersonal®
3. Introducción al Patrón Transpersonal®
Un patrón es un modelo, un punto de referencia estructurado, identificable y estable.
Es también una secuencia, una forma predeterminada, un punto de referencia. Por ejemplo, cuando hablamos de “patrón agresivo de conducta” nos estamos refiriendo a que alguien se comporta, de manera más o menos estable e identificable, de una forma agresiva. Podemos hablar también de patrón celular, genético, vibracional, etc. Transpersonal, significa literalmente: más allá de lo personal.
Las descripciones clásicas desarrolladas por Bach son solo un pequeño archivo, básicamente conductual, de lo que las flores hacen desde un directorio mucho más amplio.
La analogía es el principio básico que rige el funcionamiento de la naturaleza. Si consideramos que los diversos patrones y arquetipos que conforman la misma se expresan analógicamente en todos los planos existentes, ya que comparten un mismo principio esencial que los configura, un patrón de información (una vibración), las diversas manifestaciones de dicho principio (ya sean mentales, emocionales, físicas, fisiológicas, etc.), presentarán una semejanza y deberán ser tratadas de la misma manera. Así, por ejemplo, si consideramos una persona que permanentemente se comporta de forma indecisa entre dos opciones, podríamos convenir que padece de inestabilidad, y en la necesidad de ser tratada con Scleranthus. Estaríamos aquí ante un uso personal de la esencia.(Esta relación del principio de la analogía con los PT fue propuesta por mi alumna Concha Pérez Puyol.)
Ahora bien, una persona que presenta temblor, o bien que tiene problemas de equilibrio, también expresa indicadores de inestabilidad, evidenciando la necesidad de tomar Scleranthus, aunque no corresponda al perfil psicológico de la flor. Estamos aquí ante un uso transpersonal de la esencia, es decir, no deducido de sus características de personalidad o personales, sino de la acción de la flor a todo nivel. Dicho de otra forma, el patrón vibracional que corresponde a Scleranthus (la inestabilidad), no se habría expresado en el nivel mental/emocional sino, analógicamente, en el físico.
Las flores vibran en una frecuencia genérica. Por ejemplo, Scleranthus, vibra de una forma que podríamos definir como estabilidad, siendo su función terapéutica la detección y corrección de todo patrón vibracional relacionado con la inestabilidad, cualquiera sea el individuo, ser, segmento o función donde esta se manifieste.
Los PT son aquellos términos (necesariamente amplios y genéricos) que expresan la acción pura de la flor a todo nivel, incluido el personal.
Voy a proponer otro ejemplo aclaratorio dado por el retrato de Bach de Clematis. En realidad habla de un personaje posiblemente romántico, alejado y desapegado del mundanal ruido; probablemente inmerso en un mar de ensoñaciones. Carente de sentido práctico, inmaduro, que elige una <forma elegante de suicidio> para vivir. Sin embargo, puede que este retazo de descripción solo represente un 10% de las prestaciones que la esencia abarca.
La flor, sin duda, sirve para mucho más; incluso encontramos Clematis muy deteriorados y embotados que carecen por completo de ensoñación ninguna. También la esencia ayuda en todo lo que sea obnubilación, desmayos, zonas corporales anestesiadas, agotamiento, etcétera. En suma, todo lo que está dormido, aletargado, todo lo que tiene que ver con el término desconexión. De hecho, incluso el “retrato oficial de Bach” puede ser representado e incluido en este último término.
En el siguiente gráfico queda reflejada la situación a la que me refería anteriormente, donde conviene destacar que lo transpersonal engloba también lo personal.
Clematis
Como vemos en el gráfico todos los pequeños recuadros pueden explicarse desde un común denominador, la desconexión.
Existen esencias que a lo largo de la historia floral han tenido un uso mayoritario en el sentido transpersonal, como es el caso de Walnut, Crab Apple, Scleranthus, Star of Bethlehem, Olive, Cherry Plum y otras. Por ejemplo, la primera de ellas se usa en cualquier ser (y esto también incluye animales y plantas) que esté en una situación de cambio, cualquiera que sea su personalidad. La segunda, salta a la vista que se emplea en cualquiera que deba limpiarse o depurarse, independientemente de su actitud o antecedentes. Scleranthus puede prescribirse en quienes presenten síntomas de inestabilidad, alternancia, descoordinación o desfase en cualquier presentación. Star of Bethlehem es quizá el máximo ejemplo de flor “transpersonal”, ya que evidentemente no existe una personalidad ligada a ella, sino el trauma en cualquier persona o ser vivo.
El hecho de tener una acción transpersonal, no quita que también se haga un uso personal de algunas de las esencias citadas como ejemplo. Tal es el caso de Crab Apple y Scleranthus que, como es bien sabido, describen también personalidades.
El Rescue Remedy constituye una gran fórmula transpersonal, aplicable a cualquiera que viva una situación de emergencia.
Cuando hablamos del PT nos estamos refiriendo al término que define el modelo vibracional genérico en desequilibrio o desarmonía, el cual vibra en la misma frecuencia que lo hace la esencia floral y, por tanto, es susceptible de ser tratado por ella. Durante el tratamiento, la identificación de los PT nos permite considerar esas formas de manifestación con las flores correspondientes. De esta manera aumentan las posibilidades diagnósticas, así como los campos de actuación de la terapia, ya que podemos incidir en cualquier nivel en que se manifieste la forma.
Por ejemplo, podemos decir que el Cherry Plum (CHP), como cualquier otra esencia del sistema, tiene un patrón vibracional determinado. Ahora bien, el desequilibrio tributario de ser tratado por CHP, cualquiera que sea el lugar, órgano o ser donde se manifieste, siempre lo hace de una determinada manera identificable. Cuando hablamos de CHP lo estamos haciendo del eje control/descontrol. Dicho de otro modo, la esencia del CHP, actúa en toda manifestación del descontrol, sea esta en un órgano, la mente (donde ya hablamos de miedo a perder el control), una célula, un tejido, una función, un animal, una planta, etc.
Tradicionalmente se ha circunscrito el uso de las esencias mayoritariamente al campo mental y emocional. Hoy sabemos que las flores van más allá de estos dos conceptos.
Para aplicar el PT he buscado las palabras más amplias, que mejor podrían representar la acción genérica de las flores. He elegido los términos en negativo ya que, a efectos diagnósticos, resulta mucho más útil. De hecho, las Palabras Clave de las flores están, salvo alguna excepción (Water Violet), definiendo aquello que las esencias ayudan a corregir.
Es muy importante entender que la Terapia Floral de Bach es algo muy individual, en la que el cliente es el protagonista y donde una misma flor puede tener efectos muy diferentes en cada uno, según sea el caso. Por ello, siempre prevalece jerárquicamente lo personal sobre lo transpersonal. Resulta evidente que el PT, al traducir o leer la forma en la que se produce algo, no puede considerarse el fondo (lo causal) del problema. Por este motivo, el PT no representa una opción terapéutica a las prescripciones personalizadas de siempre, sino más bien un complemento. Por eso siempre conviene recordar lo siguiente:
El uso del PT supone un importante complemento a las aplicaciones tradicionales de las esencias (personales) y de ningún modo una alternativa terapéutica.
En cierta manera, el PT es como la sintonía fina, que nos permite completar y redondear un tratamiento. Por ejemplo, en un niño que se orina en la cama habrá que estudiar sus circunstancias, temperamento, ambiente familiar y escolar, reacciones, etc., y prescribir las flores de fondo adecuadas, pero, además, es muy útil aplicar CHP, ya que la forma en la que se produce la manifestación está evidenciando un descontrol, en este caso del esfínter de la vejiga. Obviamente, la prescripción no podría ser únicamente CHP al constituir el complemento de un tratamiento de fondo.
Siguiendo en esta línea, el PT no representa la alopatización del sistema floral, sino el concepto que nos permite, desde una macroperspectiva, la lectura ordenada de signos y manifestaciones y su correspondiente traducción a un lenguaje floral, cosa que el propio Bach hacía automáticamente: ver el caso del electricista en Bach por Bach; Obras Completas. Continente. Buenos Aires, 1993.
El uso correcto del PT nos abre también las puertas a la preparación de aplicaciones locales, a menudo con resultados muy positivos y hasta pocos años prácticamente desconocidas en la Terapia Floral. Además, facilita enormemente el tratamiento de animales y plantas, donde los datos emocionales son más difíciles de obtener.
Resumiendo, para mí el PT es la esencia de la esencia, en cierto modo la terminología que explica el arquetipo de la flor y por tanto de la esencia.
Resumen de definiciones y utilidades del PT
El PT es el término que define el modelo vibracional genérico en desequilibrio.
El PT designa la esencia de la esencia, el arquetipo de la esencia.
El PT engloba todas las aplicaciones florales personales y no personales.
La utilidad del PT consiste en:
- Una mejor comprensión de las flores desde su acción arquetípica, general (una macroperspectiva).
- El abordaje de seres que no pueden ser entrevistados, como animales y plantas.
- Acceso razonado y simplificado a numerosas aplicaciones locales complementarias de los tratamientos de fondo, en base a cremas, colirios, vaporizadores, compresas, etc.
- Mantenimiento actualizado de las descripciones florales esbozadas por Bach.
- Nexo entre las Flores de Bach y otras disciplinas, como Medicina Tradicional China y otras disciplinas. etc.
1 Esta relación del principio de la analogía con los PT fue propuesta por mi alumna Concha Pérez Puyol.