La generosidad de Oak
La generosidad de Oak
Sin duda el roble es un árbol singularmente generoso. Infinidad de insectos y pequeños animalillos encuentran casa y comida entre los innumerables recovecos de su tronco, en sus ramas… Se trata de un árbol lo suficientemente fuerte y responsable como para aguantar el paso y peso de los años, sosteniendo hospitalariamente y sin pedir nada a cambio a todos sus inquilinos. Por último, las bellotas que produce son un suculento manjar para otros amigos más grandecitos, como los cerdos.
La pregunta que surge es la siguiente ¿el sujeto con esta personalidad es igual de generoso que el árbol del que procede la esencia? En general, la primera respuesta es un categórico <sí>. Sin embargo, un análisis más profundo puede llevarnos a una conclusión muy diferente.
Una característica de las personalidades obsesivas, y Oak es una de ellas (junto a Elm y Rock Water) es la tacañería. No solo guardan objetos obsoletos, sino que son demasiado “ahorrativos”, y hay hasta quien los define como fieles devotos de la Virgen del Puño Cerrado.
Sin duda Oak es un patrón de lucha, de supervivencia, de austeridad, de tenacidad ante la adversidad, de tiempos difíciles. Estos obsesivos han sido criados en la creencia de que “la vida es una dura lucha, en la que no se debe, ni puede, bajar la guardia”. Hay que estar preparado para las crisis, para las épocas de penuria económica, para el duro invierno. Trabajar, trabajar, trabajar sin pausa para ahorrar y para que a la familia no les falte nada… nunca.
En Oak la responsabilidad viene acompañada de la obligación de ser una persona intachable, seria, escrupulosa, previsora y decente… Y esto pasa por la austeridad. ¿Cuántas veces hemos conocido casos de Oak que vivían casi como pobres y sin embargo tenían una gran cantidad de dinero ahorrado? ¿Y qué hay de quienes nunca han hecho unas vacaciones a pesar de que se lo hubieran podido permitir sobradamente?
Pero existe un tema crucial común a todos los obsesivos y este es que detestan lo “absurdo”, debido a que son, además de muy reprimidos emocionalmente, hiper-mentales. Todo debe ser previsto y manejado por una potente mente entrenada en percibir el microdetalle de las cosas, para posteriormente controlarlas y así prever cualquier posible error. De esta última circunstancia deriva su perfeccionismo, y aunque generalmente se crea que Oak no lo es, yo opino que comparte esta característica, en tanto que obsesivo, con Elm y Rock Water.
Volviendo al tema de la generosidad, prefiero plantear el siguiente diálogo de un prototípico padre Oak con su hijo, necesitado de un préstamo.
Supuesto 1
-¿Papá, puedes dejarme 3000 €?
-¿Para qué, hijo?
-Verás, llevo una mala temporada con mi pareja… y he pensado que una semanita en el Caribe nos iría bien para descansar y mejorar nuestra relación. La mamá ya se encarga de cuidar a los niños. El dinero te lo iré devolviendo, un poco cada mes.
-No, de ningún modo, el dinero no es para gastarlo en cosas absurdas. Los problemas de pareja se arreglan en casa.
Diagnóstico: ¡Tacaño!
Supuesto 2
-¿Papá, puedes dejarme 3000 €?
-¿Para qué, hijo?
-Verás, se me ha estropeado la furgoneta con la que trabajo y me piden eso para repararla, aunque me temo que necesite comprarme otra de segunda mano.
-Sí, claro que sí…
Diagnóstico: ¡Generoso!
¿Pero en qué quedamos entonces? Sigo pensando que Oak es básicamente tacaño, pero hay un concepto que es más importante para él que el ahorro extremo: <la obligación>. La obligación de un buen padre es sustentar y ayudar a sus hijos. Ser previsor. No quiere esto decir que al Oak del ejemplo no le duela sacar el dinero de su reserva para las grandes emergencias. Por supuesto que le cuesta un esfuerzo mental el hacerlo. Sin embargo, al ser su obligación, hace lo que debe. En cambio, el supuesto de las vacaciones improvisadas del hijo plantea lo que para él es una situación absurda, ya que su lógica elemental, ciertamente muy poco sofisticada, es la siguiente: <Menuda imbecilidad. Irse de viaje ¿para qué? A la vuelta estarán igual o peor que antes y con 3000 € menos en el bolsillo, en mi bolsillo>
Si no hay más remedio que gastar el dinero, Oak prefiere que sea en algo tangible, útil, palpable… No en una cosa totalmente “absurda”… No en puro humo.
En fin, que de lo que nos está hablando el roble es de generosidad, y a la persona con características Oak le queda un largo camino para conectar con ella y ofrecerla no desde la obligación, sino porque le brota, como al árbol, de forma espontánea e intuitiva.