05. ¿Para qué sirven la Flores de Bach?
Existen varios niveles de utilización de las esencias florales. En líneas generales la idea es mejorar el bienestar de las personas en cualquier circunstancia y situación. En un sentido espiritual, sirven para armonizar la conexión entre el concepto de Alma (o Yo Superior) y Personalidad, mayoritariamente a nivel intuitivo. Esto último se puede entender en términos de inteligencia emocional (ver Daniel Goleman), ya que las flores son en realidad catalizadores de las competencias de la mencionada inteligencia. También se utilizan para situaciones puntuales: exámenes, viajes, emergencias, sufrimiento emocional o físico, etc.
Podríamos hablar de un nivel profesional, que requiere una determinada capacitación destinada a incidir sobre patrones profundos de la personalidad. Este sería el caso del tratamiento de una persona tímida desde siempre, con mucha ansiedad y una conducta evitadora, lo que en terapia floral se denomina tipología Mimulus y en psicología contemporánea "personalidad evitadora". Es obvio que en el ejemplo citado estamos ante un seguimiento de larga duración en el que se requiere una capacitación especial. Poder realizar un buen encuadre terapéutico y otras destrezas que no da el autodidactismo. También, como se anticipaba, son posibles otros usos tipo "botiquín doméstico", destinados al alivio de problemas que surgen en el seno del hogar. Otro dato interesante es que existen usos locales cotidianos muy eficaces: quemaduras, golpes, picaduras, etc.
En realidad, las Flores de Bach trabajan los cuatro planos básicos del ser: espiritual, mental, emocional y físico simultáneamente, por lo que se puede considerar no sólo como una terapia holística (holos en griego significa todo), sino un instrumento de crecimiento personal (autoconsciencia y autoconocimiento) excelente.
Otras aplicaciones muy apreciadas se dan en animales y plantas, donde los efectos son muy rápidos e incluso sorprendentes.
Resulta imposible enumerar todas las indicaciones de las flores, pero se puede afirmar que siempre tienen algo que aportar en todas las enfermedades y problemas cotidianos.
Podríamos hablar de un nivel profesional, que requiere una determinada capacitación destinada a incidir sobre patrones profundos de la personalidad. Este sería el caso del tratamiento de una persona tímida desde siempre, con mucha ansiedad y una conducta evitadora, lo que en terapia floral se denomina tipología Mimulus y en psicología contemporánea "personalidad evitadora". Es obvio que en el ejemplo citado estamos ante un seguimiento de larga duración en el que se requiere una capacitación especial. Poder realizar un buen encuadre terapéutico y otras destrezas que no da el autodidactismo. También, como se anticipaba, son posibles otros usos tipo "botiquín doméstico", destinados al alivio de problemas que surgen en el seno del hogar. Otro dato interesante es que existen usos locales cotidianos muy eficaces: quemaduras, golpes, picaduras, etc.
En realidad, las Flores de Bach trabajan los cuatro planos básicos del ser: espiritual, mental, emocional y físico simultáneamente, por lo que se puede considerar no sólo como una terapia holística (holos en griego significa todo), sino un instrumento de crecimiento personal (autoconsciencia y autoconocimiento) excelente.
Otras aplicaciones muy apreciadas se dan en animales y plantas, donde los efectos son muy rápidos e incluso sorprendentes.
Resulta imposible enumerar todas las indicaciones de las flores, pero se puede afirmar que siempre tienen algo que aportar en todas las enfermedades y problemas cotidianos.
Debe quedar muy claro que el uso de las Flores de Bach no sustituye ninguna terapia que el cliente esté realizando y para nada reemplaza ni pretende reemplazar el trabajo de ningún profesional de la salud. Esto debe quedar plasmado por escrito en el formulario de "consentimiento informado", que todo terapeuta floral profesional debe dar a firmar a su cliente.